Mi pequeño espacio

viernes, 28 de junio de 2013

Cómo hacer… Libros que nos enseñaban...

Cómo hacer… Libros que nos enseñaban a hacer de todo, hasta a ser espías

enero 14th, 2013 | 
Libros como hacer
Desde cómo hacer juegos de papel o de acción, a experimentos o marionetasbaterías e imanes ocómo hacer de detective o espía. A finales de los 70 Ediciones Plesa publicó una colección de pequeños libros en los que nos daban las instrucciones para llevar a cabo de forma sencilla un montón de experimentos que muchos niños realizamos a lo largo de los ochenta. ¿Llegaste a hacer alguno?
Recuerdo que eran mis libros favoritos de la biblioteca, aunque tampoco era fácil que estuvieran disponibles pues eran los más solicitados. Con estética de cómic leerlos era muy entretenido y ¿qué niño no se siente atraído en descifrar códigos secretos y poder hablar en clave?
Codigos-secretos
¿Y hacerte tu propia linterna? He de reconocer que por muy sencillo que pareciera algunos experimentos tenían su complejidad y no eran aptos para los más torpes. ¿Lo mejor? Que los padres disfrutaban tanto o más que los niños haciendo todas estas cosas.
Como-hacer-una-linterna
Estoy seguro que si recuerdas esta colección de libros te habrán entrado unas ganas increíbles de volver a hojearlos y recordar cada uno de sus experimentos. Yo os dejo todas las portadas y este enlace en el que tienes los doce ejemplares completitos. ¿Nos hacemos una mesa de futbolín?
Libros como hacer
por Jorge Diaz

Clases de gimnasia de la EGB. Aparatos de tortura

Aquellas clases de gimnasia de la EGB y sus aparatos de tortura

octubre 14th, 2012 | 
Plinton 80Este post va dedicado a mi profe de gimnasia, a aquel me que suspendió durante toda la EGB y no permitió que me dieran el Graduado Escolar hasta septiembre, porque yo me negaba a jugarme la vida con estosaparatos de tortura.
De aquellas clases odiaba todo y más que Educación Física parecían un preparatorio para las Olimpiadas. No se vosotros, pero yo mañana me pongo malo y no hago gimnasia, a ver cómo consigo que mi madre me haga un justificante.

Potro

Potro
Había varias modalidades de saltar el potro: abriendo las piernas, con los pies juntos pasando por encima… Era el pequeño de la familia, parecía inofensivo, pero engañaba, al menos el que había en nuestro gimnasio no estaba amaestrado y parecía salvaje. A base de intentarlo y más de un porrazo (en alguna ocasión lo llegué a tirar), lo conseguí saltar. Para no tentar a la suerte, no volví a probarlo nunca más.

Caballo

Caballo gimnasia
El padre de la familia era mucho más largo y encima terminaba en punta para acojonar más. En nuestro caso teníamos que saltarlo a lo largo, yo siempre calculaba mal y me quedaba sentado en medio. Qué dolor, ¿no lo podían haber hecho un poco más acolchado?

Plinton

Plinton
Pero el más temido de todos los aparatos, sin ninguna duda, era el plinton. A mi lo de dar una voltereta encima de esos cajones de madera, cuando no era capaz de darla en el suelo sobre una colchoneta, me parecía ciencia ficción. De ser capaz de hacer aquella pirueta estaría en el circo, o preparándome para las próximas olimpiadas, pero no en EGB. Pasa, pasa, yo me vuelo a poner el último de la cola a ver si cuela.

Cuadro Sueco

Cuadro sueco
No podíamos subirlo de forma normal, como si fuera una escalera, no. Había que ir retorciéndose como una serpiente, un peldaño por delante y otro por detrás. El lío que te hacías era monumental, en una ocasión llegué hasta arriba, pero cuando comprobé la altura era incapaz de bajar. Se me quitaron las ganas de visitar Suecia para toda la vida. No voy ni al Ikea, por si acaso.

Escalera horizontal

Escalera horizontal
Hay que tener mala leche para colocar una escalera en horizontal y obligarte a escalar por ella, con lo sencillo que sería subir apoyando los pies, como se ha hecho toda la vida. Aquí siempre la misma historia, colgarte del primer peldaño, estar así un rato, como un saco de patatas, y en el momento que movía una mano para alcanzar el segundo, al suelo.

Espalderas

Espalderas
Servían para todo, desde hacer el pino a hacer flexiones o colgarse de ellas como monos. Yo os aseguro que jamás les encontré la menor utilidad, por mi podían desaparecer del planeta y yo tan feliz. ¿Realmente son necesarias?

Cuerda lisa o con nudos

cuerda lisa nudos
Si alguno tenía pensado se de mayor bombero o Tarzán, vale, pero no era mi caso y no comprendía que utilidad tenía hacernos subir por una cuerda. El juego ese que había que hacer con la pierna jamás lo conseguí, si no era capaz de escalar por los nudos, os podéis imaginar lo que podías llegar a hacer con la cuerda lisa. Qué risa.

Minitramp

Minitramp
Recuerdo que la primera vez que sacaron el minitramp hasta me alegré, por fin un aparato que no daba miedo. Ahora, bien ¿alguien sabe explicarme por qué tanto muelle y tan poca superficie destinada para saltar? La puntería, tampoco ha sido la mío.

Salto de altura

Salto de altura
No, tampoco llegue a controlar la tijera y afortunadamente en mi cole en vez de listón se utilizaba una goma, así que aquí te podías tirar en plancha sobre las colchochetas que tampoco te ibas a hacer daño. Cuidado, cuidado, que se te caen los mástiles encima. Vaya.
Bueno, ¿qué tal os ha ido el examen de gimnasia? Yo un 0, para variar, a ver si la siguiente evaluación que toca todo eso de correr y demás, sin ninguno de estos horribles aparatos, recupero. ¿Te imaginas que tuvieras que volver a hacer todo esto hoy?
por Jorge Diaz

Que llevábamos en la cartera del cole un niño en la EGB

Revisamos que llevaba en la cartera del cole un niño en la EGB

febrero 11th, 2013 |
Cartera-cole-Perona
Sabemos que lo de revisar las bolsas ajenas no está bien, pero hoy con el permiso del niño y de sus padres hemos abierto una de aquellas mochilas Perona para comprobar qué es lo que llevaba un niño al cole en los años de la EGB.
No sé vosotros pero en mi cartera no podían faltar varios de estos artículos, por no decir todos. ¿Y en la tuya?

Ceras Manley

Ceras-Manley
Abrir aquella caja de ceras Manley significaba acabar con todas las manos de colores. A nosotros nos encantaban porque sabíamos que eran pinturas de mayores, pero nuestras madres no las podían ni ver. ¿A que todavía recuerdas su olor?

Plastidecor

Plastidecor
Por fin unas pinturas de cera que no manchaban las manos y más fáciles de manejar al tener unas dimensiones similares a los lápices y oras pinturas que ya estábamos acostumbrados a utilizar. Arrasaron en el mercado. Llegaba un momento en el que la única pintura que se veía en esa ventanita troquelada de la caja era la blanca. Yo siempre la dejaba sin estrenar, ¿tú para qué la utilizabas?

Rotuladores Carioca

Rotuladores-Carioca
Entre tú y yo, pintar con rotuladores siempre ha sido más divertido que con ceras ¿o no? Y la caja de 36 rotus de colores de Carioca era un lujazo, la envidia de toda la clase. Eso sí, ni se te ocurría dejarla sola sobre la mesa porque sabías que cuando volvieras alguno iba a faltar. Ahora sí que tenías colores para pintar todo el mundo con todo tipo de matices, hasta el deseado color carne. Se acabaron las personas de color rosa o naranjas.

Estuche Pelikan

Estuche-Pelikan-1
Los había de dos y hasta tres pisos y mecanizados de forma que al pulsar un botón te salía un pequeño compartimento para el sacapuntas, nunca ha existido en el mundo un estuche que mejore a los Pelikan. Eso sí, había tantos compartimentos para rellenar que algunas de las cosas que traían jamás las utilizamos, ni llegamos a saber su utilidad. Todo un misterio.
Estuche-Pelikan-2

Anillas

Anillas-carpeta
Nos adentramos en el maravilloso mundo de las anillas, ni una sola hoja suelta, todas tenían que ir perfectamente agujereadas y con su anilla correspondiente. ¿A que te las acababas poniendo de pendientes en la oreja y en la nariz? No teníamos piercing pero sí anillas.

Refuerzos anillas

pegatas-anillas
Pero las dichosas hojas se acababan rompiendo y saliéndose de las anillas. No importa, ¿para que estaban esas pegatinas circulares llamadas refuerzos? Lo difícil era encontrar una hoja que no hubieras tenido que reforzar con varias pegatas.

Perforador anillas

perforador-anillas
Me pregunto como haríamos los agujeros a las hojas antes de que llegara este aparato y es que os garantizo que me acuerdo perfectamente cuando apareció y supuso toda una revolución. Su nombre no podía ser otro que Perforette y las hojas pasaron de ser de 2 anillas a 6, 8 o incluso 10.

Transfert

Transfert-Plastidecor
¿Viviste la fiebre de los Kalkitos? Un vicio, ¿verdad? te pasabas el día traspasando aquellos personajes de su lamina original a todo tipo de superficies, hasta en el cabecero de la cama aparecieron los animales perhistóricos del Transfert Plastidecor. Más adelante nos pasamos al Letraset.

Laminas Freixas

laminas-Freixas
Con todos los artilugios de dibujo y pintura que llevábamos en nuestras carteras no entiendo porqué hoy en día no somos todos unos artistas. Bueno, en realidad sí lo sé, nos pasábamos el día copiando y calcando las famosas láminas del señor Freixas. Las había absolutamente de todos los temas pero su estilo era tan característico que nunca colaba que aquel dibujo que presentabas había salido de tu imaginación.

Papel de calco

papel-de-calco
El papel de calco siempre bien escondido como la prueba del delito que era y el que diga que nunca lo utilizó miente. Eso sí, parece que aquello estaba controlado por los profes, el dibujo te estaba quedando perfecto y en el último trazo se te manchaba todo el papel de ese azul que no había quien lo borrara. ¿Qué hacemos ahora?
por Jorge Diaz

Cosas que no podían faltar en casa en los 70 y 80

Cosas que no podían faltar en casa en los 70 y 80

octubre 29th, 2012 | 
Esas decoraciones, esos objetos que los veías en todas las casas, bien porque estaban de moda, bien porque no había mucha originalidad, el caso es que todos, quién más quién menos todos hemos tenido estas cosas en casa.

Macramé y bordados

Ya fuesen los hijos con sus clases de macramé en clases de pretecnología o la abuela con sus bordados para todo, el caso es que la casa estaba llena de tapetes, reposacabezascubre lo que sea, y casi siempre con ese blanco tan sucio…
Los más originales hacían fundas para el papel higiénico o bolsas para el pan (aunque lo suyo era la tela).

Libros

En el catálogo de Círculo de lectores debía haber en un principio dos páginas porque había dos libros que no fallaban en cada casa, el de la tragedia de los Andes…
…y el de López Ibor que escondían los padres para que sus hijos no aprendiesen muy deprisa…

Muebles

Una cosa era el mueble-bar, algo lógico que ocupaba un poquito del armario del salón, pero es que en alguna casa se llegó a poner un bar-mueble…
Aquellas sillas-cajones que parecían cofres llenos de tesoros… y calcetines desparejados…

Figuritas

Lo normal era ir a una boda y que los novios te ragalasen palomas de porcelana con dos piñones y demás maravillas, pero es que había gente que compraba perros de gran tamaño para colocar en lugares estratégicos de la casa ¿Por qué?
O aquellos regalos de comunión, junto a un diario con cerrojo…
Aunque si de verdad eras una persona de gusto exquisito no podían faltar aquellos muñecos regionales…
…aquel toro (enamorado de la Luna) sobre la televisión…
…o una bola de nieve junto a las fotografías de bautizos, comuniones y bodas de la familia que, poco a poco iba creciendo.
También era muy chic eso de decorar alguna balda del salón con un juego de vasijas de barro del pueblo del abuelo… Aunque, eso sí, dos cosas no podían faltar en una casa…
… el llavero familiar…
…y un juego de aquellas sillas tan cómodas para subir al monte el domingo
 por Javier Ikaz

Trabajos de pretecnología en los 70 y 80

¿Quién no hizo alguno de estos trabajos de pretecnología en los 70 y 80?

octubre 30th, 2012 |
Hoy es la mejor tarde de la semana porque tenemos clase de pretecnología, una palabra que no existe en el diccionario y que estoy convencido de que se la inventaron directamente los profes de aquella época para referirse a todos aquellos trabajos en los que yo ahora veo mucha tecnología.
También le llamábamos a la asignatura plásticamanualidades o dibujo, a secas. Vamos a repasar 10 de aquellos trabajos manuales que seguro que tú también intentaste hacer en los 80 y hoy en día no sabes que hacer con ellos, en caso de que aún los conserves. ¡Vaya joyitas!

Marquetería

Cuaderno marqueteria
Todavía me pregunto cómo los profes podían estar tranquilos viendo a cada niño con una de estas sierras demarquetería en sus manos. Ni Los Chicos del Maíz.
Había cuadernos para hacer todo tipo de construcciones y no nos cortábamos un pelo a la hora de atrevernos a hacer nuestra propia Torre Eiffel, cuyo cualquier parecido con la realidad era pura casualidad. Al llegar a casa siempre lo mismo: Mamá, me tienes que comprar pelos.

Máquina de petacos casera

Maquina de petacos casera
Sin duda fue el trabajo que hicimos en clase que más disfrutamos, por fin teníamos nuestra propia pinball. Sí, hecha con un montón de chinchetas, gomas elásticas y un par de pinzas de madera como petacos, pero aquello funcionaba y encima no nos pitaba falta.

Láminas de dibujo Freixas

Laminas Freixas
Lo de la creatividad en aquellos tiempos no se llevaba y si había que dibujar una de dos, o tirábamos de las famosas láminas de dibujo de Emilio Freixas o directamente nos tirábamos al papel de calco. Las había absolutamente de todos los temas: animales, flores y plantas, automóviles, edificaciones, deportes… El tío se tuvo que forrar.

Bordado

Bordado
Las que fuisteis niñas en los 70 o principios de los 80 seguro que recordáis este tapetito con los diferentes tipos de bordado, sobre todo si ibais a un colegio de monjas. Nosotros los chicos nos libramos y así estamos hoy en día que no sabemos ni coser un botón.

Cuadros postales en relieve

Cuadros postales relieve
Tres postales idénticas, en cada una de ellas recortabas cuidadosamente alguna de sus piezas y las superponías con un poco de silicona para obtener un cuadro en relieve. Los había colgados en la pared de todas las casas. Aquí es donde comenzó realmente la 3D.

Mapa de conexiones

mapa conexiones
Otro de mis favoritos y para callar la boca a todos aquellos que decían que esto no era tecnología. Por la parte de atrás un montón de cables con conexiones eléctricas, por delante un mapa o un esqueleto y los nombres de las ciudades o los huesos. Si seleccionabas las dos correctas la luz se encendía. ¿Cómo?, estoy seguro que esto es Tarragona, ya se me ha vuelto a salir un cable.

Cuadros de hilos

Cuadros de hilos
Otra joya de la decoración de la época, los psicodélicos cuadros que hacíamos uniendo un montón de hilos de colores pasándolos por una serie de cuadros. Lo peor de todo es que a nuestros padres les encantaban cuando llegábamos a casa y se los enseñábamos. Claro, todavía no había llegado Ikea.

Cuadros de espejos pintados

Cuadros espejos tinta
Aquí consistía en raspar con un punzón la superficie cromada trasera de un espejo y rellenarla con tinta negra. En mi clase alguien tuvo la feliz idea de dibujar al Che Guevara y el profe se encontró con 43 cuadros espejo del Che. Aunque en la mayoría de ellos costaba lo suyo reconocerle.

Figuras de escayola

Moldes escayola
Juntar esa bolsa de escayola con agua, hacer esa masa y echarla directamente sobre el molde de escayola. No podía ser más sencillo, pero muchas veces cuando sacabas la figurita el resultado no era el esperado. Si tenías suerte, te tocaba ponerte a pintarla. Lo mejor, como dejábamos todo completamente blanco como si hubiera caído una gran nevada en medio de clase.

Mecedora de pinzas de madera

Mecedora pinzas madera
Y por último todo un clásico. ¿Quién no hizo la famosa mecedora con pinzas de madera? Con su mesa camilla y todo barnizado. Os juro que esta pieza todavía se conserva en algunas casas como elemento decorativo, eso sí, siempre con alguna pinza despegada.
por Jorge Diaz